Recomanem…

El Cap de setmana és un temps perfecte per fer activitats en familia, moltes de les quals contribueixen a augmentar el nostre bagatge cultural.
Per això, a l’aula tenim un cartell on Recomanem… activitats que alguns  han fet i els han resultat divertides i  interessants com:
– Passeig pel barranc del Carraixet.
– Vesprada a la Casa del Llibre.
– Veure la pel.lícula INSIDE OUT.
– Anar al Palau de la Música per veure un concert.
– Anar a l’Oceanogràfic.

Seguirem donant idees.

nnn

Carnestoltes 2016

Per Gener o Febrer,
Carnestoltes solen fer,
si no vols Carnestoltes,
tanca les portes.

Enguany ha vingut molt prompte Carnestoltes i nosaltres no hem tancat per a res les portes, les hem deixat ben obertes per participar i gaudir de cadascuna de les activitas.
Amb el lema de L’horta ens hem disfressat de llauradors amb tractors de gran velocitat, de llauradores colorides per donar-li alegria a l’horta i també d’espantapardals per tenir cura de les nostres collites.
Estem molt satisfets de les nostres disfresses perquè hem treballat molt a classe per traure-les endavant, especialment els tractors que ens han costat molt de pintar i arreglar.
Ací teniu una mostra d’aquest Carnestoltes 2016!

 

La Pau comença amb un somriure.

Aquesta frase tan bonica és la que hem escollit els xiquets i xiquetes de 2n per celebrar el Dia de la Pau.
Us deixem unes fotos del treball que hem fet esperant vos facen somriure i veure les coses millor.

SOMRIU

NUESTROS HIJOS NOS VEN SIEMPRE APURADOS

Vos vull fer arribar aquest article que malgrat estar en castellà,  m’ha resultat interessant i m’ha fet reflexionar sobre el nostre dia a dia.

Espere vos siga útil. Bon nadal

http://consejosdelconejo.com/2015/12/26/nuestros-hijos-nos-ven-siempre-apurados/

 

vvNos apuramos porque llegamos tarde, porque la comida no está lista, porque es de noche, porque empezamos el día, porque con mucho esfuerzo acabamos una actividad y no alcanzamos a la siguiente. Nuestros hijos nos ven siempre apurados, y nos ven cansados luego de terminar el día. No hablamos de ser padres perfectos, ese ideal que está en el imaginario, y a veces nos tortura. Se trata de estar atentos para captar esos momentos trascendentales y no dejarlos ir, no pasarlos por arriba, justo ahí, cuando están pidiéndonos ayuda en algo, o que los miremos realmente; cuando nos dicen “ven mira… (acá estoy)”, y nosotros corremos tras algo, para rendir nuestra vida ¿a quién?; ahí estas dejando ir “el instante necesario”.

A menudo, nos ocupamos de llegar a quienes no les importamos realmente, y a quienes les importamos profundamente, no le damos el tiempo, ese momento de calidad que están necesitando. Cuando se trata de leerles un cuento, de acompañarlos a dormir, de bañarlos, de cenar juntos, de hacer una tarea en conjunto, estamos apurados siempre. La humanidad está afectada por el virus del apuro, y se lo contagiamos a los niños. Y luego, lo ilógico, la sociedad enferma los quiere curar, de lo que seguirán contagiándolos día a día.

Tenemos tiempo para todo, no digamos que es falta de tiempo; ¿sabes qué es? Es miedo, falta de costumbre, incomodidad ante la intimidad y quietud. Es extraño estar en ese pequeño, pero profundo e insondable momento de mirar a tu hijo a los ojos y encontrarte con todo, en la nada. Sin pensar que hay algo que estas dejando, solo vivir ese instante, que cura, que alivia, alegra, y que tanto necesitas tú y tu hijo. Es estar sin nada en tus manos, ni en tu mente, dispuesto a no perderte lo importante. Sin que esto signifique dejar de trabajar, hacer la comida, ordenar la casa, responder a tus responsabilidades. No necesitamos más horas, no es cuantitativo, es cualitativo, es de calidad.

Basta de estar apurados. Esto dijo una vez Carl Honoré, periodista canadiense que publicó dos libros al respecto “Elogio a la lentitud” y “Bajo presión”. Carl se reconoce como ex adicto a la velocidad: “Cuando cada noche le leía un cuento a mi hijo, me salteaba líneas, párrafos, e incluso páginas, en un intento de acortar un poco la historia”. Un día descubrió el libro “Cuentos en un minuto para dormir”, y su entusiasmo por contar un cuento en 60 segundos a su hijo, lo despertó! “De pronto me paré “hasta dónde había llegado”…

Carl Hanoré es ahora el gran defensor del movimiento “slow”, que intenta recuperar la calma perdida de la sociedad actual. Describe este movimiento como “una revolución cultural”.  Carl reconoce que el cambio que propone, y que él mismo inicio en su vida, lo hizo más feliz, productivo, con relaciones humanas más profundas, y obviamente, los cuentos que le lee a su hijo, tienen todas las palabras y páginas.

Los niños están ansiosos, nerviosos, acelerados ¿Cómo estamos nosotros? Nos piden que les enseñemos a darle importancia a la quietud; que, por favor, aprovechemos esos momentos que dejan huellas en el alma, memoria de amor y dedicación en sus recuerdos.

Si estas apurado, anda despacio, si estas apurado lleva tu a hijo a la plaza, léele un cuento o ponte a jugar; si se hace tarde, peina a tu hijo como si nada más importara. Si no llegas, pregúntate a qué no estas llegando, o más bien, a quién…